Algunas cosas que he aprendido del café Tengo 1 año más en mi contabilidad de vida. Y solo por eso quiero dejarles algo más personal. ¿Me permiten? Soy periodista en Costa Rica desde hace ya muchos años. Escribo y comunico para organizaciones o empresas, ese sigue siento mi trabajo; espero algún día dedicarme solamente al café. El café siempre ha estado conmigo activándome las neuronas, pero no lo había conocido bien. Supe que estaba tomando un café malo durante una gira de prensa a Santa María de Dota por ahí del año 2004. Luego, para el periódico La República entrevisté a Lorena Cerdas, una de las primeras campeonas nacionales de barismo, ¡qué interesante! Desde entonces, sabía que el café y yo tendríamos algo más. Estuve viviendo en España por unos años y allí extrañé más que nunca el café (aunque fuera el de baja calidad) de Costa Rica. Y eso que me lo tomaba siempre con leche y al menos 3 cucharaditas de azúcar… Para aquellos tiempos España aún no tenía ese despertar en café de especialidad; así que por allá conocí el sabor de un Robusta comercial. De vuelta en Costa Rica, trabajé con pequeños productores a través de una ONG ambiental, vi lo necesario que era visibilizar su trabajo. Sus historias ¡no son aburridas! Son inspiradoras y revolucionarias, a pesar de todas las luchas que tienen. Con don Hernán Solís. Llano Bonito, Naranjo. Foto: Ezer Santacruz. Me formé como barista por esa hambre de saber, que nunca se me sacia. Con Ricardo Azofeifa, el profe y luego en el ICAFE supe que del café nunca dejaría de aprender. Mi proyecto de café lo dejé en pausa por varios años hasta que en vacío de trabajo decidí usar los medios digitales y mi oficio para contarle a la gente lo poquito que sabía del café, ¡y que muchos consumidores no saben! Soy observadora de la tercera ola del café, pero me voy sumergiendo en ella cada día más. Cada vez que puedo, me capacito en cata de café, infusiones, pero mi mejor fuente son la gente del café. Con Marcia Naranjo de La Candelilla Estate, Tarrazú. ¡Qué productora más apasionada! Este proyecto comenzó como un simple blog, pero debido a mi perspectiva de periodista he tratado que sea más un medio digital de comunicación; dejar mi opinión más atrás y permitir que los actores del café nos hablen. He descubierto que mi tarea es acercar el buen café a Uds. mis lectores, y viceversa. Ustedes me han traído muchísima alegría, cuando me cuentan que han aprendido algo nuevo, que están ahora del lado de café bueno, del café de productores pequeños pero de calidad. También me ha traído mucho trabajo, gratificante siempre pero necesitado de esfuerzo y tiempo. Degustación de cafés del mundo. Santo Café, Curridabat. A través de cada entrevista a un productor, a un barista, un catador, un tostador… voy aprendiendo de ellos, ¡gente muy valiosa! He visitado lugares que no conocía y otros los he vuelto a pisar (como España, Seattle, como Naranjo, Dota, Orosi…) pero ahora solo los puedo ver desde la perspectiva del café. El café me ha permitido aventuras y chascos; resbalarme tomando fotos en un recibidor de café en Tarrazú, poder entrevistar a cracks como Kim Ossenblok en Barcelona, a los campeones baristas nacionales como Ariel o Jeremy, tomarme una foto con “Juan Valdez”, hablar con los ganadores de Taza de la Excelencia; darnos cuenta que nos perdimos buscando alguna finca, o quedar con la llanta del carro atrapada en una zanja… 🙂 Este proyecto no sería posible sin el apoyo de mi familia: mi esposo, mis padres, mi hermana, cuñados, amigos… todos me han dado su apoyo porque saben que soy una apasionada por el café. Degustación de café Downtown Tarrazú en la propia finca en donde se produce. Permítanme entonces dejarles con unas cuantas cosas que hasta ahora he aprendido de escribir sobre café: No se termina de aprender ni de informar. En cada entrevista, cada evento, cada formación, ¡se aprende algo nuevo y surge una nueva historia! El café es una planta, un alimento, pero en realidad se trata de personas. Miles de ellas, involucradas en la industria del café. Si ud. ama el café y tiene la posibilidad, visite un finca cafetalera y hable con el caficultor. Le aseguro que su perspectiva del café mejorará. No existe tal cosa como el “mejor café del mundo”. Porque cada región, cada país tiene sus propias características que no se repiten en otro lugar, cada una tiene sus grandes cafés. Porque para gustos, cafés. Lo que sí existe es café de muchísima calidad; cuidado desde la planta hasta que le llega a su mesa, ¡y eso hay que valorarlo! A los consumidores nos falta mucho por aprender del café. Seguimos pensándolo como un producto que debe ser barato, amargo y oscuro. Los que somos de países productores, tenemos una obligación mayor. Pero algún día tal vez , llegaremos a ser como quienes aprecian el vino o el aceite de su país de origen. Así que falta todavía. Tengo en mis planes seguir llevándoles historias y también café del mejor para que disfruten en su casa o trabajo. ¿Hasta dónde llegaré? No se sabe aún, el café tiene eso, que no hay una frontera visible, un límite en conocimiento. De hecho, mientras escribo esto, alguna parte de él estará evolucionando. Gracias por acompañarme en este mapa. Hoy me permití ser subjetiva, pero recuerden que aquí el protagonista siempre es el CAFÉ, ¡Seguimos adelante! Comparte esto:TwitterCorreo electrónicoLinkedInMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado