Desde aquí sale el café que irá a Boston: café con acento de mujeres En vez de escogerlo “a dedo”, el café que llevará la Campeona de Barismo de Costa Rica a la competencia mundial en Boston se seleccionó en una cata a ciegas, ejecutada por todo el equipo de baristas, catadores y expertos en café que han rodeado a María Elena Rivera durante este proceso de preparación. El café que resultó escogido se reveló la semana pasada: un café del Microbeneficio La Perla del Café, Naranjo. La selección les tomó más tiempo de lo esperado porque las muestras de diferentes productores de varias regiones del país eran todos extraordinarios, según contaron sus catadores. Reconocimiento a todos los microbeneficios participantes. Todo alrededor de este proceso de ruta al Campeonato Mundial de Baristas ha sido interesante: una estrategia de equipo, una invitación a unir criterios, y sí, mucho acento de mujeres. Recordemos que María Elena fue la única mujer en competir a nivel nacional este año. Fue entrenada por Kattia Barrantes, formadora y especialista en café de Kaba Coffee Center. María Elena es la cuarta mujer en ganar el Campeonato Nacional de Baristas. Y preguntando por la historia detrás del café escogido, también hay aporte de mujeres, en un campo más dominado por los hombres como lo es el cultivo del café. Pero, permítanme presentarles a La Perla del Café. En la entrada de la bodega encontramos 2 mujeres generando un sonido constante, una lluvia de granos que caen de sus manos. Pero no es para nada al azar. Son el ojo agudo al final de la clasificación del café: ellas retiran los últimos granos que no clasifican como primera calidad en la nueva cosecha. Sus nombres: Janet e Isabel. Las manos de las mujeres forman parte esencial de la producción del café: son recolectoras, escogedoras, son parte de las familias productoras, madres, hijas, hermanas, parejas; aunque no siempre su voz es tomada en cuenta. Esa fue una de las motivaciones por las que Carlos y Diana fundaron su microbeneficio hace 8 años. “Queríamos un futuro en donde poder involucrar a nuestras hijas Karla y Cristel”, explica Carlos. La Perla del Café es un microbeneficio que procesa hasta mil fanegas por cosecha. Trabajan todos los tipos de beneficiado, desde el lavado hasta el natural. La cosecha acababa de terminar cuando lo visité, pero caminamos por los patios de secado y las camas africanas que tienen vista hacia la ciudad de Naranjo, esperando la próxima colecta de café. Con tradición ya de generaciones, Carlos sembró variedades exóticas como el Kenia, el Geisha o el Typica, también el Villasarchí, una variedad autóctona de Costa Rica. Lanzarse a tener un microbeneficio no era decisión fácil, pero Carlos atribuye ese empuje y apoyo a su esposa Diana. Ellos decidieron plantear su proyecto diferente: en La Perla del Café, la voz de las mujeres sería escuchada. Diana toma decisiones en igual calidad que Carlos; ella se encarga de la administración y trabaja con los clientes el proceso de venta del café, supervisa parte del beneficiado e implementa mejoras en el funcionamiento del microbeneficio. La calidad del café que procesan ya ha sido reconocida. Sabía de La Perla del Café anteriormente, por su presencia constante entre los mejores cafés de Taza de la Excelencia. De hecho, el año pasado alcanzaron el 5º lugar en esta cata de fama internacional. Pero entre proponer algo diferente y alcanzar el éxito hay un camino que recorrer. Diana y Carlos admiten que no ha sido fácil, que ha estado lleno de temores, desafíos y muchísimo trabajo. Pero dar ese papel más preponderante a las mujeres ha valido la pena. Les pregunto qué es lo que puede aportar la voz de las mujeres a un negocio como la caficultura. “Somos más dadas al detalle, a la inventiva y a la innovación”, opina Diana. “Aportan su habilidad para negociar, para tener una visión más amplia”, agrega Carlos. La familia Barrantes Molina. Foto provista por La Perla del Café El precio de la voz Dice Diana que los compradores internacionales son más dados a comprender y apoyar la posición que tiene dentro del microbeneficio. “Pero a nivel nacional todavía nos falta; se tiende a pensar que con quien se debe negociar las cosas es con el hombre, porque se supone que es el único tomador de decisiones”, explica. Querer ser parte activa del proyecto de La Perla del Café significó también enfrentarse a temores y a la imagen de sí misma. Diana tiene la voz segura y parece que nunca flaquea pero nos confiesa que en un inicio la incertidumbre le decía: “No sabés nada de café, ni has estudiado nada de administración, no podés con esto”. Pero su ánimo por labrar el futuro de su familia la hizo aprender y en ese aprendizaje se nutrió de valor y descubrió esa faceta de mujer emprendedora, que ahora puede ver en el espejo. “Ahora sé que sí me la creí, que sí puedo y queremos inspirar a nuestras hijas en esto, quiero también apoyar a otras mujeres”, explica. No es perder, sino sumar para ganar Para Carlos, trabajar y decidir hombro a hombro con su esposa es una suma y no una resta. “¿Para qué ser machista?”, reflexiona. “Si aquí lo que hemos hecho es aportar al futuro de la familia”. Las hijas de Carlos y Diana aún están estudiando en la secundaria, pero ambas crecieron en el café y en el modelo de sus padres. Mientras una está interesada en la cata de café, la otra está acostumbrada a recorrer los cafetales. La esperanza de la familia Barrantes Molina es que sus hijas puedan continuar siendo una nueva generación de caficultoras, de mujeres tomadoras de decisiones. aquí lo que hemos hecho es aportar al futuro de la familia”. Se estima que en el mundo un 70% de la mano de obra en la producción del café es de mujeres. Solo el 25% de las fincas cafetaleras están dirigidas por ellas. Las causas de la desigualdad versan entre educación, propiedad de las tierras, mercado y pocas oportunidades de liderazgo. (Fuente: International Coffee Day). Comparte esto:TwitterCorreo electrónicoLinkedInMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado