A 1980 m de altitud se cultivó el lote 1er lugar de Taza de la Excelencia CR Con el silencio solo adornado por el trinar de alguna ave, bajo la sombra de árboles de aguacate, se cultivó y procesó el lote de café que obtuvo la calificación más alta en esta edición de Taza de la Excelencia Costa Rica 2021. Allí en las alturas de Copey de Dota. Dota es uno de los cantones denominados como región Tarrazú. 9 lotes de los finalistas provienen de aquí y en las cercanías del pueblo de Copey de Dota se concentran los 3 primeros lugares. La finca de la familia Gutiérrez Ureña está oculta entre las montañas de esta zona marcada por su camino lleno de curvas y pendientes prolongadas. Quién diría que detrás de esa modesta entrada se encuentra este pequeño tesoro: bosque, clima de montaña, paisaje idílico y claro, las condiciones aptas para un café extraordinario. Don Iván y sus hijos Iván y Marianela, nos esperaban allí con actitud cauta y discreta, les agradezco muchísimo por dejarnos conocer su proyecto de café. En especial, porque esta es una edición atípica del certamen. Y es que, antes de contar la historia de esta familia caficultora, tenemos que mencionar, lamentablemente, lo que muchos ya conocieron: que se dio un error de tabulación en los resultados de la clasificación final. El ICAFE, auditor del procedimiento atajó el error, pero tristemente, cuando ya se habían entregado los reconocimientos a los caficultores. La rectificación afectó el lugar de prácticamente todos los finalistas (algunos quedaron incluso por fuera de los 30 puestos que van a la subasta, otros fueron incluidos o cambiaron de posición), y el caso más visible fue el primer lugar, que -según la corrección- pertenece a la familia Gutiérrez; un lote de Geisha y SL28 en proceso miel. Desde que comenzamos La Cafeógrafa, cubrimos el evento de Taza de la Excelencia y siempre hemos registrado el trabajo riguroso de la organización, por lo que lamentamos este error hasta ahora inédito. Y también hemos visto el trabajo dedicado de todos y cada uno de los caficultores que deciden llevar su café a la cata, para que sea sometido a calificación, hay mucha ilusión y esfuerzo puesto allí. Esta es la lista corregida de finalistas de Taza de la Excelencia. Así que, decidí dejar intactas las fotografías que tomamos el día de la premiación, incluso de las familias que resultaron estar fuera de los finalistas, porque creo que todos se merecen nuestro apoyo y abrazo, sabemos que todos ellos tienen el expertise y el mérito de trabajar siempre un café de calidad. De nuestra parte, con la familia Monge de Finca La Lía, conocemos su café de gran calidad y ya tenemos una cita pendiente para ir y retratar la historia que siempre merece ser contada. Creo que seguir trayéndoles a Uds. las voces ganadoras, es también una forma de brindar nuestro apoyo a toda la caficultura que apuesta por la calidad. Parte de la familia de Agua y Manto. Fotografía propiedad de La Cafeógrafa. Para uso sin sello, contáctenos. Y precisamente, eso fue lo que me recalcó don Iván mientras recorrimos la finca. “Nuestro propósito siempre ha sido trabajar más por la calidad que por la cantidad”. El lugar en donde nos encontramos, lo adquirieron en el 2014, no para café, sino para disfrutar de su paisaje (y no me extraña, la mayor parte de la finca es una reserva forestal privada) y para cultivar aguacates. “Siempre hemos sido caficultores, pero de variedades más convencionales como CR95, Caturra y Catuaí; así que en el 2016 pensamos en utilizar unas 4 hectáreas para sembrar café y preparar lotes de alta calidad”, me especifica Iván hijo. Bajando las lomas, se encuentran plantas de Geisha y de SL28. Estas dos variedades de café son consideradas exóticas. No solo por el origen de las variedades (África), sino también por el sabor de su taza. Muchos de nosotros hemos tenido el gusto y privilegio de tomarnos una taza de Geisha, ¡qué aromas florales tan intensos! Y otros, como sus servidora, tienen entre sus favoritos al SL28 por su intensidad y dulzor inolvidables. SL28 (Kenia). Finca Agua y Manto. La Esmeralda (nombre específico del lote) está a 1980 metros y no es la primera vez que se procesa su café para participar en la subasta de Taza de la Excelencia. El año pasado, don Iván y su familia obtuvieron el 9º lugar y el lote fue subastado a compradores japoneses. “Nuestro plan con el café siempre ha sido poder producir lotes de alta especialidad”, afirma don Iván. Sabían que no iba ser fácil. Porque decidirse por cultivar estas variedades tan prometedoras tiene su alto costo, no solo en insumos, sino también en paciencia y dedicación. “Estas variedades requieren muchos cuidados y no son altamente productivas”, explica. “Estas variedades exóticas requieren muchos cuidados y no son altamente productivas”, don Iván Gutiérrez. Así que, luego de atreverse a sembrar café exótico a la sombra de los árboles de aguacate, tocaría esperar los 3- 4 años aproximadamente, para que estas plantas estuvieran preparadas para dar lo mejor de sí. Y así fue. Siempre creyendo en su apuesta por la calidad, la familia se ha ido haciendo de una estación de beneficiado húmedo y un espacio para las camas elevadas. En donde procesan y preparan las 90 fanegas que en total da la finca. De ellas solo 11 las dedicaron al proceso de Taza de la Excelencia de este 2021. “Habíamos aprendido del año anterior, así que metimos este lote con esperanzas de mejorar calificación”. Varios caficultores de Copey, me han dicho que estas plantas reciben positivamente tanto la tierra como el clima y la ubicación de estos cafetales; las horas de sol que reciben en el verano, el clima matizado por la vertiente del océano Pacífico y flanqueado por las altas montañas que lo dividen del clima Atlántico. El día que visitamos este proyecto familiar que se llama Agua y Manto, fue un día nublado pero con un frío agradable, tal vez así lo perciben estos exóticos cafetos. El lote recibió 90.89 puntos, es un premio Presidencial (cuando sobrepasan los 90 puntos dados por los catadores) y junto con los otros 29 finalistas, será subastado de forma electrónica el próximo 29 de julio. Gracias a don Iván y a su esposa Olga Ureña. A sus hijos Iván Daniel, Emilio, Marianela y Mariana, por abrirnos sus puertas. Agua y Manto también está desarrollando su marca de café aquí en Costa Rica, así que, ¡tenemos la oportunidad de probar de su esfuerzo! Síganlos en @cafe.aguaymanto en Instagram y Facebook. Marianela Gutiérrez de Café Agua y Manto. Comparte esto:TwitterCorreo electrónicoLinkedInMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado