Mi nuevo café no me sabe bien, ¿qué se puede hacer?

¡Qué emoción cuando nos llega un nuevo café a nuestro santuario cafetero en casa! ¿Verdad? 
Pero a veces nos pasa que – al prepararlo- no tenemos los resultados esperados. O nos sabe demasiado “suave” o demasiado “intenso”. ¿Qué se puede hacer? 

Bueno,  lo primero es conocer las posibles causas:

  • La región. Cada región tiene sus características (y si somos muy de especialidad, incluso ¡cada finca!) No es lo mismo tomar café de Tarrazú, que café de la región Brunca.  
  • El proceso. Hay claras diferencias de sabor – que amamos- entre los procesos lavados, naturales, mieles, anaeróbicos.  Pero no solo se trata del sabor, el proceso puede alterar la velocidad de la extracción de nuestro café. 
  • La variedad de la planta. Si estamos tomando de un lote de una variedad en específico, se pueden hallar diferencias en el perfil de sabor. Un ejemplo obvio: un Caturra versus un Geisha. 
  • El tueste. En definitiva, el tueste puede intensificar muchas de las características de nuestro café.  Un tueste oscuro nos dará menos notas ácidas, pero aportará más amargos, sobre todo si alargamos su tiempo de filtrado. 

Es decir, cada cafecito necesita su mimo y atención. Cuando filtramos un café nuevo, tenemos que re-calibrar nuestra receta.  Suena a algo complicado, pero les dejo algunos consejos para hacerlo en casa. 
1. Partamos de nuestra receta estándar. Por ejemplo, la 1:15 o 1:16 (por 1 gramo de café: 15 o 16 gramos de agua).
O utiliza la misma proporción de agua y café, la misma molienda que sueles utilizar. ¿No tienes claros estos conceptos? Te invito a descargar nuestros ebooks con las bases filtrar un buen café en casa aquí (¡en  descuento Black Friday hoy y hasta el lunes!)>>. 
2. Degusta.
—¿Te parece muy “fuerte” o intenso? Cambia la proporción (1:17 podría ser) o prueba moliendo el café un poco más grueso. 
— ¿Te parece muy “suave”? Modifica la proporción tal vez 1:12 y prueba con una molienda un poco más fina hasta donde te lo permita tu método. 

3. Toma en cuenta también el tiempo de extracción que usas, sobre todo si tu método es una prensa francesa o similar. Tal vez tu nuevo café necesite más o menos tiempo de lo que estás acostumbrado/a.  
4. Valora otro método de infusión. Aunque todos los métodos tienen sus bondades, todos resaltan más unos atributos que otros. La prensa, por ejemplo, tiende a darnos mucho cuerpo. El Chemex por su parte eleva los componentes aromáticos y deja una taza limpia, que resalta las notas ácidas. La Vandola, se va más por el dulzor. El V60, resulta balanceado… ¿Te parece interesante? De nuevo, te dejo el enlace a mis libros, en donde hablamos extensamente de ello. >>

Espero esta breve carta cafetera te haya sido útil, ¿me cuentas qué tal te fue con tu café nuevo?